Raspberry Pi es una placa computadora (SBC) de bajo costo desarrollada en Reino Unido por la Fundación Raspberry Pi, con el objetivo de estimular la enseñanza de ciencias de la computación en las escuelas. En realidad, se trata de una diminuta placa base de 85 x 54 milímetros en el que se aloja un chip Broadcom BCM2835 con procesador ARM hasta a 1 GHz de velocidad (modo Turbo haciendo overclock), GPU VideoCore IV y 512 Mbytes de memoria RAM. Las últimas placas como la Raspberry Pi 2 y Raspberry Pi 3 tienen 1GB de memoria RAM.
Para que funcione, necesitamos de un medio de almacenamiento (Raspberry Pi utiliza tarjetas de memoria SD o microSD dependiendo del modelo), conectarlo a la corriente utilizando cualquier cargador microUSB de al menos 1000mah para las placas antiguas y de al menos 2500mah para las modernas, y si lo deseamos, guardarlo todo utilizando una carcasa para que todo quede a buen recaudo y su apariencia sea más estética.
En función del modelo que escojamos, dispondremos de más o menos opciones de conexión, aunque siempre dispondremos de al menos un puerto de salida de video HDMI y otro de tipo RCA, minijack de audio y un puerto USB 2.0 (modelos A y A+, el modelo B dispone de dos USB y B+, Raspberry Pi 2 y Raspberry Pi 3 disponen de 4 USB) al que conectar un teclado y ratón.
En cuanto a la conexión de red, disponemos de un puerto Ethernet (los modelos A y A+ no disponen de puerto Ethernet) para enchufar un cable RJ-45 directamente al router o podemos recurrir a utilizar cualquier adaptador inalámbrico WiFi compatible. En este caso, eso sí, conviene que nos decantemos por la Raspberry Pi model B que incorpora dos puertos USB, ya que de lo contrario, no podremos conectar el teclado y el ratón.
Con unas dimensiones de placa de 8.5 por 5.3 cm, en el modelo B nos encontramos con unas características muy interesantes. En su corazón nos encontramos con un chip integrado Broadcom BCM2835, que contiene un procesador ARM11 con varias frecuencias de funcionamiento y la posibilidad de subirla (haciendo overclocking) hasta 1 GHz sin perder la garantía, un procesador gráfico VideoCore IV, y 512MB de memoria RAM (la Raspberry Pi 2 y la Raspberry Pi 3 cuentan con 1GB de memoria RAM). Todo ello equivale en la práctica a un ordenador con unas capacidades gráficas similares a la XBOX de Microsoft y con la posibilidad de reproducir vídeo en 1080p.
En la placa nos encontramos además con una salida de vídeo y audio a través de un conector HDMI, con lo que conseguiremos conectar la tarjeta tanto a televisores como a monitores que cuenten con dicha conexión. En cuanto a vídeo se refiere, también cuenta con una salida de vídeo compuesto y una salida de audio a través de un minijack. Posee una conexión ethernet 10/100 y, si bien es cierto que podría echarse en falta una conexión Wi-Fi, gracias a los dos puertos USB incluidos podremos suplir dicha carencia con un adaptador WIFI si lo necesitamos.
Los puertos tienen una limitación de corriente, por lo que si queremos conectar discos duros u otro dispositivos habrá que hacerlo a través de un hub USB con alimentación. En su parte inferior cuenta con un lector de tarjetas SD (microSD para los modelos A+, B+, Pi 2 y Pi 3), lo que abarata enormemente su precio y da la posibilidad de instalar un sistema operativo en una tarjeta de memoria de 4 GB o más (clase 4 o clase 10). De esta forma tenemos también la posibilidad de minimizar el espacio que necesitamos para tener todo un ordenador en un volumen mínimo.
La placa Raspberry Pi se entrega sin ningún Sistema Operativo; éste deberemos descargarlo e instalarlo sobre una tarjeta SD / microSD que introduciremos en la ranura de la Raspberry Pi. Tenemos dos opciones, la primera es descargarnos desde la página oficial, de la Fundación Raspberry Pi o desde nuestra página web, todo el software necesario para la instalación en la tarjeta, o bien recurrir a algún programa que haga esto por nosotros.
Entre estos programas encontramos BerryBoot, un programa que se encarga de todo el trabajo de instalación del software desde la propia Raspberry Pi. Una vez copiados los archivos a la tarjeta SD / microSD, la introducimos en nuestra Raspberry Pi y BerryBoot te permitirá elegir el Sistema Operativo descargándolo desde internet.
Otra opción también muy interesante es Noobs, una aplicación que facilita la instalación de diversas distribuciones Linux. Noobs hace innecesario el acceso a Internet durante la instalación en su versión Full. Tan sólo tendremos que descargar Noobs y descomprimirlo en una tarjeta SD / MicroSD de al menos 4GB de capacidad. Al hacerlo se nos dará la opción de instalar soluciones como Raspbian, Arch Linux, RaspBMC, Pidora u OpenELEC sin problemas.
Cuando adquirimos la Raspberry Pi recibimos exactamente eso, una placa sin más. Para ponerla en funcionamiento necesitamos de una serie de accesorios tales como una fuente de alimentación de al menos 1000mah, un cable HDMI, una tarjeta de memoria SD/microSD con el Sistema Operativo y un adaptador WIFI o un cable RJ45 para poder conectarnos a internet. Además por estética o por ponerla a buen recaudo podemos adquirir una de las muchas cajas que existen a la venta.
Además de estos accesorios, disponemos de muchos otros no tan necesarios pero que si cumplen con su cometido. Uno de ellos es la cámara de la Raspberry Pi lanzada por la misma Fundación. Es una cámara capaz de capturar vídeo con una resolución de 1080p. La cámara cuenta con un sensor Omnivisión de 5 megapíxeles que además de vídeo en alta definición y a 30 fotogramas por segundo, es capaz de hacer fotos con una resolución de 2.592 X 1.944 píxeles.
La conexión de este pequeño módulo se vende con el tradicional acabado de Raspberry Pi (o lo que es lo mismo, sin ningún acabado, en un circuito puro y duro) como podemos observar en la imagen.
Unos meses después, y debido a las múltiples quejas de muchos usuarios que se lamentaban de que en condiciones de baja iluminación, el sensor de la cámara no funcionaba todo lo bien que se deseaba, fue entonces, cuando la Fundación presentó la cámara Pi NoIR. Esencialmente se trata del mismo módulo de cámara que ya existía pero que carece del filtro infrarrojo en el sensor (de allí su nombre), lo que la convierte en la herramienta perfecta para la captura de imagen en condiciones muy pobres de luz.
Con la llegada de la Raspberry Pi 2 y en estos momentos con la salida de la Raspberry Pi 3, tener una consola multiplataforma es fácil y sencillo. Disponemos de varias aplicaciones como RetroPie, PiPlay (antiguo PiMame), Lakka, etc o podemos elegir un Sistema Operativo como Recalbox diseñado especifícamente como Centro de emulación multiplataforma.
Recalbox es un Sistema Operativo para placas Raspberry Pi, que la transforma en una multiconsola de videojuegos retro. Recalbox te permite reproducir una variedad de consolas de videojuegos y plataformas en tu sala de estar, con facilidad. Recalbox es gratuito, de código abierto y diseñado para que puedas crear tu propio Recalbox en poco tiempo.
Recalbox ofrece una amplia selección de consolas y sistemas de juego. Desde los primeros sistemas de arcade al NES, MEGADRIVE/GENESIS e incluso plataformas de 32 bits, como la Playstation. Además, y a diferencia de los diferentes sistemas de emulación, Recalbox viene con Kodi ya incluido, Recalbox también sirve como un centro multimedia. Conectándolo a la red doméstica, serás capaz de transmitir vídeos desde cualquier dispositivo compatible (NAS, PC, disco duro externo, etc.).
Los sistemas emulados por Recalbox son: Atari 2600, Atari 7800, NES, Game Boy, Game Boy color, Game Boy Advance, Super Nintendo, Famicom Disk System, Master System, Megadrive (Genesis), Gamegear, Game and Watch, Lynx, NeoGeo, NeoGeo Pocket, FBA (subset), iMame4all (subset), PCEngine, Supergrafx, Amstrad CPC, MSX1/2, ZX Spectrum, PSX, Sega Cd, Sega 32X, Sega SG1000, Playstation, ScummVM, Vectrex, VirtualBoy, Wonderswan.